¿Cómo citar y referenciar los documentos?
¿Por
qué citar y referenciar documentos?
Al redactar
tu trabajo es probable que utilices, que tomes prestada, información procedente
de los documentos consultados. Esto es usual y recomendable, si se hace de
forma honrada y legítima. Como ya te he reiterado, la ciencia se construye
sobre la base del conocimiento anterior, aunque subiendo más alto. Hundir las
raíces en la literatura previa es conveniente: es documentar el trabajo. Pero
tienes que hacerlo bien: tanto si incluyes frases literales, datos, tablas o
imágenes, como si parafraseas o resumes las ideas de otro autor, tienes que
citar la procedencia y referenciar la fuente.
Puedes usar
la creación de otros, limitadamente (libertad de cita), pero no puedes permitir
que nadie la tome por tuya. Esto es buena práctica académica y en el fondo es
eficacia, porque te impulsa a ir más allá, más alto, a aprender, que es tu
objetivo.
¿Qué razones
están detrás del sistema de citas*, por qué es tan importante que lo sigas?
►
Reconocer y agradecer el mérito de los creadores en que te apoyas.
►
Reforzar tus argumentos y tesis con la autoridad de otros.
►
Incluir datos imprescindibles para conseguir probar lo que deseas.
►
Demostrar dominio del tema, que te has documentado al respecto.
►
Situar adecuadamente el problema que tratas en su contexto científico.
►
Resaltar por contraste tus propias ideas, que aparecerán sin mencionar otra fuente.
►
Facilitar al lector ampliar información con lecturas complementarias
¿Qué
es una cita?
La cita es
una alusión, una indicación de que la información incorporada no es original
tuya sino que tiene otro origen. Es como un enlace o hipervínculo. Pero el
documento de donde procede esa información debe estar identificado en otra
parte del texto. Si el sistema de documentación usado son las notas, a pie de
página o al final del texto, se identifica en las notas. Si se emplean números
o claves, se referencian los documentos citados al final.
¿Qué
es una referencia?
Ya lo sabes
de toda esta Guía: es una descripción de un documento, con los datos necesarios
para identificarlo (título, autores, fecha, editorial*, formato, códigos,
etc.), en lo posible estructurada y normalizada para que un conjunto de varias
sea inteligible.
¿Qué
tienes que citar?
Obviamente,
la información que tomes de otros documentos, pero ¿hasta qué punto, en qué
casos? Quizá sea más fácil plantearlo en negativo:
¿Qué
no tienes que citar?
►
Tus propias ideas, argumentos, datos, cálculos o conclusiones, como es natural.
►
Conocimientos comunes, de dominio público, sabidos por todos o que aparecen
sistemáticamente en las publicaciones de la especialidad, perteneciendo por
tanto al cuerpo de conocimientos de cualquier experto del sector.
¿Cómo
citar información?
Analizando los
documentos. En este momento, al redactar tu texto, puedes usar y citar
información tomada de otro documento básicamente de cuatro formas:
Resumir
ideas de otro autor
Insertar un fragmento
leve
Insertar un
fragmento largo
Incluir una
imagen o tabla
Estilos bibliográficos
Las pautas o
estilos bibliográficos, que normalizan cómo se describen o identifican los
documentos, cómo se citan dentro del texto, etc. También se llaman estilos de
documentación, se requieran pautas para que las citas y referencias sean
coherentes y por otro haya decenas de tipos de pautas para ello, con lo que
difícilmente se puede conseguir de forma universal. Sin embargo, la explicación
reside en que el sistema de documentación está a la base misma de la
construcción de la ciencia, y son las comunidades científicas en su compleja
diversidad y plural articulación las que libremente hacen que se desenvuelva el
asunto de esta forma heterogénea.
Si contamos
estas normas para autores de las revistas, podría haber cientos o miles de
estilos, a veces con diferencias mínimas entre ellos. La verdad es que los
importantes son muchos menos, aunque aun así resultan bastantes. La ventaja que
tienes con un gestor bibliográfico es que te va a permitir trabajar con todos o
la mayoría de ellos, con los fundamentales.
Cómo citar según ISO 690
(autor-fecha)
El
procedimiento de citación que te recomiendo, mediante claves autor-fecha, es de
amplia utilización, más allá, por supuesto, de la norma ISO 690-2010 (que a su
vez puede usarse también con citas numéricas o notas consecutivas, como te he
dicho). Esta forma de citar se conoce por azares históricos como estilo
Harvard.
Se trata de
un estilo de documentación que se basa en usar sólo el texto principal como
discurso único y continuado, de forma que se lea seguido y se pueda interpretar
de manera autosuficiente. Cualquier comentario acerca de la información usada y
citada lo redactas, pues, dentro del cuerpo principal de tu trabajo, sin
obligar a interrumpir la lectura acudiendo a notas, pies de página, etc. La
idea es también que el aparato de documentación sea justo el necesario, el que
estrictamente se requiera, y por tanto forme parte del discurso principal, no
sea un complemento añadido como notas adicionales. Por eso, a veces, en
trabajos que operan con abundantes fuentes textuales primarias (literatura,
derecho, historia, etc.), la técnica Harvard puede no ser idónea y hacen falta
notas.
Cómo referenciar según ISO 690
Es bastante fácil si tienes en cuenta estos dos consejos
prácticos:
► Lo primero, determina o decide a qué
tipo de documento pertenece el que tienes que referenciar y aplícale el modelo
y ejemplo correspondiente.
► Al referenciar, los tipos de letra y
la puntuación son importantes, en definitiva la
presentación de la información; fíjate bien, nada es casual: cursivas,
mayúsculas, signos, etc. Sirven para poder interpretar qué es cada cosa,
incluso aunque no se entienda el idioma, por su posición y la organización de
los datos.
Cómo ordenar las referencias según
ISO 690
Colócalas al final de tu trabajo, como un apéndice, de manera
que cualquier persona que leyendo un tramo del texto encuentre una cita* y
desee conocer los detalles completos del documento pueda encontrar con la clave
autor-fecha la referencia en el listado. Esto ya indica que la ordenación por
autor y fecha es lo prioritario, como resulta lógico en el estilo bibliográfico
que proponemos.
Utilización de imágenes en trabajos
Al incluir imágenes o cualquier información gráfica
procedente de otras fuentes, digitales, online o impresas, en un trabajo propio
debes tener en cuenta que también son siempre propiedad de sus autores o
titulares de derechos. Por tanto, salvo que se especifique lo contrario, no
puedes reutilizarlas sin permiso (reproducirlas, distribuirlas, adaptarlas,
difundirlas, etc.). Tienes que examinar cualquier aviso sobre condiciones de
uso, copyright, derechos, etc. que aparezca en la fuente. Y actuar
respetuosamente en consecuencia. Que las encuentres libremente en internet no
cambia nada.
¿Cómo incluir las ilustraciones en tu trabajo?
Añade bajo las figuras un pie de ilustración* con:
i)
dicha
numeración
ii)
una
identificación o descripción del contenido
iii)
los
créditos de la imagen, es decir, la autoría y procedencia o fuente. Si la fuente
de procedencia es una obra incluida en las referencias citadas del trabajo,
vale, como siempre, una cita abreviada (autor fecha). En caso contrario
conviene reseñar los creadores, título y fecha de creación de la imagen, el
lugar donde está depositado el original, si es el caso, y la fuente (impresa,
web) de donde se ha obtenido la reproducción.
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